sábado, 10 de marzo de 2012

Lamentaciones 3:22-25

El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!
Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!»
Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. 

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